El mes de agosto puede ser un desafío para los amantes de la moda. Las altas temperaturas nos hacen buscar la comodidad sin sacrificar el estilo, y aquí es donde el «layering» o el arte de las capas entra en juego. Aunque tradicionalmente asociado con estaciones más frías, el «layering» en verano puede ser una herramienta poderosa para crear looks dinámicos y frescos. A continuación, te ofrecemos algunos consejos para dominar esta técnica sin morir de calor en el intento.

Capas ligeras y transpirables

La clave para un «layering» exitoso en verano es elegir prendas ligeras y transpirables. Opta por tejidos naturales como el lino, el algodón y la seda, que permiten que la piel respire y ayudan a mantenerte fresca. Camisetas básicas de algodón, blusas de lino y vestidos ligeros son excelentes opciones para empezar.

Juega con las texturas

El verano es el momento perfecto para experimentar con diferentes texturas. Una camiseta de algodón bajo una blusa de encaje o una camiseta sin mangas de seda bajo una chaqueta ligera pueden añadir dimensión y estilo a tu look sin agregar mucho calor. Las texturas también pueden ayudarte a crear un look más interesante y sofisticado.

Prendas multifuncionales

Las prendas versátiles son tus mejores aliadas. Un kimono de gasa o una chaqueta ligera pueden servir tanto para protegerte del sol durante el día como para mantenerte abrigada en las noches más frescas. Además, son fáciles de poner y quitar, lo que te permite adaptar tu look a lo largo del día según cambien las temperaturas.

Accesorios estratégicos

Los accesorios pueden jugar un papel crucial en el «layering» veraniego. Un pañuelo ligero puede transformarse en una bufanda, un cinturón o incluso en una bandana para la cabeza. Los sombreros de ala ancha no solo protegen del sol, sino que también añaden un toque de elegancia a cualquier conjunto. Y no olvides las gafas de sol, que además de ser prácticas, completan tu look.

Colores y estampados

Elige una paleta de colores coherente para facilitar el «layering». Los tonos neutros como el blanco, el beige y el gris son fáciles de combinar y pueden servir como base para añadir toques de color más vibrantes. Los estampados florales y tropicales también son ideales para el verano y pueden darle vida a cualquier atuendo.

Vestidos y faldas

Los vestidos y las faldas son perfectos para el «layering» en verano. Un vestido camisero puede llevarse solo o sobre una camiseta básica, y una falda midi puede combinarse con un top ligero y una chaqueta sin mangas. Estos looks no solo son frescos y cómodos, sino que también ofrecen una gran flexibilidad para adaptarse a diferentes ocasiones.

La importancia de los zapatos

Los zapatos también juegan un papel importante en el «layering» veraniego. Sandalias ligeras, zapatillas deportivas de tela y alpargatas son opciones ideales que complementan un look en capas sin añadir peso ni calor. Asegúrate de elegir calzado cómodo que te permita moverte libremente durante todo el día.

Ejemplos de «layering» veraniego

  • Look casual: Una camiseta básica de algodón blanca, una blusa de lino abierta y unos shorts de denim. Completa con sandalias y un sombrero de paja.
  • Look de oficina: Un vestido midi ligero con una chaqueta sin mangas de lino y zapatillas deportivas elegantes. Añade un bolso estructurado y gafas de sol para un toque sofisticado.
  • Look de noche: Un top de seda bajo un kimono de gasa, combinado con una falda larga y sandalias de tacón. Añade accesorios llamativos como un collar grande y un clutch para un look glamuroso.

En resumen, el «layering» en verano no solo es posible, sino que puede ser una forma divertida y creativa de expresar tu estilo personal. Al elegir las prendas adecuadas y jugar con las texturas, colores y accesorios, puedes crear looks frescos y dinámicos que te mantendrán a la moda y cómoda durante todo el mes de agosto.

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